CLARA Y TINTO, EMPRESA QUE LLEVA LA CULTURA DEL VINO A LOS QUETZALTECOS!

Por Pablo Barrera


Clara y Tinto es un lugar especializado que se dedica a brindar diferentes clases de vinos de diversas clases y precios a todos aquellos que deseen degustar de un buen vino. Edgar Bethancourt, administrador de la parte de mercadeo, catas de vino, ingreso de producto (todo el diseño del bar fue realizado por su persona, así mismo ha trabajado en la industria de importación de vinos en Guatemala) junto a su socio Oliver Samayoa, decidieron impulsar este negocio. Así mismo cuentan con la colaboración de una amiga para poder atender el mismo.

El nombre Clara y Tinto surgió como tal porque el concepto estaba enfocado a vino y cerveza, por cerveza clara y tinto siendo por el vino. Aunque en la actualidad se enfocan más en generar una cultura del vino en Xela. 


Dicha cultura enfocada y fomentada por Clara y Tinto, se debe a que no existía una cultura alrededor de esta bebida como tal y un lugar especializado en donde beber vino en la ciudad altense y esa fue la razón de su fundación. 

“Todo nació por pasión. Honestamente yo empecé a trabajar en la industria de la importación con varias empresas en la ciudad capital y Quetzaltenango pues no tenía algo en donde las personas pudieran ir a conocer y pudieran degustar de algún vino en especial” comenta Edgar.

En Guatemala la cultura del vino está en auge, así como en Xela. Clara y Tinto se inaugura el 21 de abril de 2016. Inicialmente se ubicaba en un local abajo del Parque Paco Pérez por un año y luego se trasladaron a su lugar actual, ampliando un área lounge en septiembre de 2019, diseñado sobre todo para pasar un momento especial con música diferente. En esta área se busca que los clientes puedan tener una experiencia en la que puedan sentirse cómodos y tener una agradable velada. 


La evolución del mercado ha estado en auge. Edgar nos comenta que mayormente todo se concentraba en la capital y algunos puntos turísticos, sin embargo esto ha cambiado y la mayoría de restaurantes ya ofrece un menú de vinos acompañado de un menú de comida que ellos puedan ofrecer. 

En el caso de Clara y Tinto, su objetivo es vender más vino y tener menos variedad de un producto de comidas, nos cuenta Edgar “Que las personas vengan y nos conozcan para que puedan tomarse un vino diferente, un vino que no lo puedan encontrar en otro lugar, porque en eso nos especializamos realmente. Constantemente estamos cambiando el menú de vinos para poder traer cosas innovadoras acá a Quetzaltenango, pero si hay un crecimiento en relación al consumo de vino a nivel local” puntualiza Edgar.


Uno de los vinos que se vende más es el tinto llamado “Nox” que significa “Noche”, cuya etiqueta es un búho, proveniente de España, siendo un vino de mezcla teniendo 3 cepas, que son Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. En el vino blanco se vende también el denominado “Nox” que cuenta con mezcla de macabeo, charlotte, parallax, sauvignon blanc moscatel, siendo un vino al inicio cítrico, pero que luego deja un sabor dulce en el paladar. Este tipo de vinos no los tienen en la mayoría de restaurantes, solo se encuentra en Clara y Tinto.

Al inicio inauguraron el local en la zona del Parque Paco Pérez, debido a que se encontraban cerca de la comunidad de extranjeros en Xela, quienes consumen más vino, aunque con la  salvedad de que los mismos vienen en su mayoría a aprender español o a perfeccionarlo y no se quedan mucho tiempo, más que un par de meses. Así mismo hay temporada alta y baja, que se vio marcada durante el inicio, sin embargo, al darse a conocer el bar a nivel local, más personas, sobre todo quetzaltecos, ahora conforman en su mayoría la clientela de Clara y Tinto. 



Muchas personas llegan por la publicidad en redes sociales, así como por el hecho de que quieren conocer el lugar, llevándose una buena experiencia, creando relaciones de amistad ya con los clientes frecuentes. 

Su menú consiste en carnes frías, tapas frías, por lo que no requiere mayor tiempo de servicio, eso facilita el trabajo. Los precios de los vinos pueden rondar desde la copa a Q25.00, y en botellas de vino hay precios desde Q100.00 hasta Q800.00. 


Actualmente hay 3 personas atendiendo el lugar durante la semana: la persona en barra, Oliver y Edgar. Siendo su horario de atención de lunes a sábado de 5:00 p.m. a 10:00 p.m. y el fin de semana una amiga llega a cubrir viernes y sábado. 

La conexión con el arte nace de un proyecto que tuvieron hace un par de años, que fue crear una galería de arte, pero por el espacio que se tenía en el área de barra se hacía muy pequeño. Cuando optaron por ampliar el espacio, se optó por brindar un espacio para que los artistas tuvieran sus obras durante un tiempo específico y al mismo tiempo hay un cambio periódico en la decoración del lugar, llamando la atención del cliente. 


Clara y Tinto ofrece toma de fotografías de las muestras de las obras para que los artistas tengan una colección de recuerdo y así promocionar el lugar. A la fecha desde que se inició el proyecto, han expuesto 6 artistas, siendo el primero en exponer sus obras el maestro Josué Hernández y así mismo realizó un mural en acrílico, plasmando toda la historia del vino en el ambiente del lugar, el cual tiene elementos como cepas de vino y principales países productores del mundo, entre otros. Esto fue realizado tanto en las paredes del área principal como afuera del local.

Seguidamente a ello expuso Guadalupe Sum. Willy Soto y Eddy Sarat se cuentan también entre los artistas que han expuesto sus obras en Clara y Tinto. No se pide mayor requisito a los artistas para exponer en Clara y Tinto: “Básicamente querer dejar sus obras –comenta con sonrisas Edgar-, realmente no les pedimos requisito porque el vino va muy enraizado a lo que es Arte. El vino es la bebida más elegante del mundo y tiene mucha historia, nace en el antiguo testamento” comenta Edgar.


“Nosotros al artista no le pedimos más que la confianza de dejar su trabajo, porque sabemos que el hecho de ser artista involucra muchas cosas. Todo lo que es actividad económica, que es el dinero que invierte en hacer su obra, pues lógicamente es un valor, que él le da a su trabajo. En lo particular no le pedimos nada al artista, más que tenga las ganas de querer dejar su trabajo y que realmente se venda” nos comparte Edgar.

Así mismo se han vendido obras de los artistas que han expuesto en Clara y Tinto, ya que existe un público que llega al lugar para ello. También reconociendo que el proceso de elaboración de un vino y el mismo es en sí una obra de arte.

El futuro del mercado del vino en Xela y Guatemala está en auge, con personas que se involucran en la importación de vinos. No en todos los departamentos hay un mercado de vino, nos cuenta Edgar, pero en las principales ciudades si lo hay, como en Quetzaltenango, habiendo un consumo en constante crecimiento. “Yo le veo mucho futuro, las personas se involucran y eso hace que se genere un poquito más de cultura a nivel nacional” puntualiza Bethancourt.


El futuro con respecto a Clara y Tinto, comenta Edgar, es que han dado ese gran paso de crecer con la nueva área lounge y el objetivo es seguir creciendo más. No quieren cambiarse de zona, pero si las instalaciones no dan para más, podrían trasladarse a un lugar más grande o abrir una sucursal. 

Edgar cuenta en lo personal con una cadena de distribución de vinos en Quetzaltenango y en el Lago de Atitlán, dedicándose a ello durante el día, por lo que puede afirmar que hay un gran crecimiento, atendiendo puntos turísticos y hotelería alrededor del Lago y a algunos restaurantes que puntean alto en Quetzaltenango en relación a lo que es este sector. Eso crea una cultura más amplia en torno a esta bebida.


Clara y Tinto abre de lunes a sábado de 17:00 a 22:00 horas. En redes sociales aparecen como Clara y Tinto, la dirección es diagonal 13, 8-01, zona 1, esquina del Parque Paco Pérez, en Quetzaltenango. 

Edgar nos comenta que es importante descubrir estas experiencias: “Yo creo que uno tiene que experimentar. La vida es de experiencias, y en el tema de vino pues es una experiencia de conocer como es la elaboración, el proceso que lleva, las personas que están atrás de una botella, realmente como se hace y como el hecho de catar un vino le abre la mente a las personas. Quizá algunas personas no lo hacen o no tienen la experiencia por desconocimiento, pero el hecho de catar un vino, de ver el color del vino, de apreciar los aromas del vino y que después el vino evolucione por medio de ingresar oxígeno en una copa y que salgan las notas aromáticas del vino es una experiencia totalmente diferente”. 


Así mismo deja un mensaje final a nuestra audiencia: “Mi mensaje sería que se den la oportunidad de conocer este mundo. En lo personal yo entré por azares del destino y pues a mí me encantó el mundo del vino y es por eso que está a día de hoy abierto Clara y Tinto. Entonces es bueno para que los comensales vengan y nos visiten y al final se lleven una buena experiencia” finaliza Edgar. 

XelaInFocus

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