Por Pablo Barrera / imagen: Adoración de los Reyes Magos, El Greco, (tomado de Wikipedia) de Dominio Público.
Adoración de los Reyes Magos es una obra de El Greco pintada entre 1568 o 1569 y que se conserva en el Museo Soumaya de la Ciudad de México.
“Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra”, extracto del pasaje de San Mateo (2,11-12) en el que se cuenta la llegada de los magos para ver a Jesús (la narración completa es desde el capítulo 2, del versículo 1 al 18).
Esta fecha se le conoce como una de las tres epifanías (manifestación) de Jesús, siendo las otras: Epifanía a San Juan Bautista en el jordán, y la epifanía a sus discípulos y comienzo de la vida pública con el milagro en Caná.
Desde el siglo IV la Iglesia Católica comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor junto a la fiesta de Navidad en occidente. La misma es la manifestación de Jesús al mundo, sobre todo al pagano, a los hombres de todas la razas y naciones que vienen a su encuentro.
Según la tradición de la Iglesia del siglo I, se cree que los magos, eran sabios, tal vez, reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, y que debido a su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento. Acorde a esta tradición, los nombres de estos reyes son: Melchor, Gaspar y Baltazar.
Sus restos estuvieron en Constantinopla hasta el año 474 después de Cristo, luego fueron trasladados a la Catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de colonia (Alemania), donde permanecen actualmente.
La palabra magoi, en griego era la palabra para denominar a la casta de sacerdotes persas y babilonios que se dedicaban al estudio de la astronomía y de la astrología.
En 1925, el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilónicas de escritura cuneiforme acuñadas en una tabla encontrada entre las ruinas de un antiguo templo del sol, en la escuela de astrología de Sippar, antigua ciudad que se encontraba cerca del Tigris y el Éufrates, a casi 100 kms. del norte de babilonia. La tablilla ahora se encuentra en el Museo estatal de Berlín.
En dicha tabla había un dato interesante: la conjunción entre Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 a.C. la cual se vio con gran claridad en la región del Mediterráneo, que pudo ser la "estrella" que vieron los magos al emprender su viaje para ver a Jesús.
Dicha conjunción tuvo lugar en tres fechas: del 29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Algo que apoya la narración en la que se cuenta que los magos habían visto la estrella y la misma los guió. Así se explica su aparición y desaparición, así como su intensa luz que podía verse al mirar al sur, apoya el fundamento que los magos la tenían enfrente, al caminar Jerusalén, como si se moviera.
Los regalos que se dan el 6 de enero, son una conmemoración del gesto de los magos para con el niño Jesús. Es por ello que se practica en algunos países como en España esta tradición, de dar regalos a los niños en estas fechas.
En otros lugares, como en Salcajá, se realiza la escenificación de la escena de la llegada de los reyes con el niño Jesús, tanto en las calles como en la Ermita de la Concepción "La Conquistadora", realizan una caminata en la que los hombres que personifican a los reyes van montados en caballo, recorriendo las calles hasta llegar a la Ermita donde realizan la escena, la cual es vista por los vecinos de Salcajá. Este día también es tradicional comer la denominada rosca de reyes.
