María Elena Marroquín, Ícono de la Cultura, Periodismo y Poesía en Guatemala.

Redacción: Pablo Barrera / información e imágenes cortesía de María Elena Marroquín.

María Elena Marroquín es periodista, poeta, miembro de la Comisión de Juegos Florales Hispanoamericanos, gestora cultural, así mismo parte del Poetry Slam Xela, que lleva la poesía a todas partes y en lugares inusitados, y tiene toda una historia que contarnos en estos y varios ámbitos, por lo que en la siguiente entrevista, María Elena nos comentará de su recorrido en todas estas facetas y en su vida: 

Cuéntanos un poco de ti María Elena. ¿Cómo te defines a ti misma?

No es  fácil, cualquier persona  todo el tiempo se está construyendo. Soy alguien en constante búsqueda de la verdad,  de lo auténtico, más allá del tema de la religiosidad  es verdaderamente importante, la realización espiritual.

Cuéntanos un poco de tu juventud. ¿Cómo fue?

En realidad tendría que empezar contando que mi papá trabajo en las grandes compañías constructoras norteamericanas que hicieron proyectos en Guatemala. Nací en la ciudad de Guatemala en 1962 porque justo quince días antes de nacer aquí en Xela mis papás buscando el mejor porvenir para la familia que empezaban justo conmigo se tuvieron que ir a la capital. 

 Mis padres son: Víctor Marroquín Guerra y Elena Rodas Cabrera de Marroquín. Soy la mayor de cuatro hermanas y un hermano,

Estudie mi educación básica, en el primer instituto experimental  en el Enrique Gómez Carrillo construido a un costado de la Pedrera en la zona 6 capitalina. Padecimos el terremoto del 76 en Guatemala en una de las zonas más afectadas. A mi casa no le pasó nada, mi papá la había construido con el apoyo de mi mamá, (como verán más adelante conoce perfectamente de materiales para la construcción) frente a nosotros (estando ubicada la casa en la parte alta de la salida a Chinautla) a lo lejos se veían las nubes de polvo de las casas derrumbadas a causa del sismo por el adobe. Alcanzábamos a ver parte de lo que en ese tiempo era un predio baldío, el Quintanal. 

Previo al terremoto del 76 el adobe fue un material ampliamente usado y esa fue una de las causales que durante el terremoto del 4 y 6 de febrero y los casi cuatro meses que se quedó temblando, Guatemala superó los 20,000 víctimas mortales. Era una ciudad que era de sus habitantes, uno se podía quedar dormido en el bus, lo peor que podía pasar era que el chofer lo bajara a uno por haberse quedado dormido. 

Luego nos trasladamos a Malacatán, San Marcos, mi papá se encontraba laborando para la compañía que construyó la carretera entre este próspero municipio de la frontera con la cabecera San Marcos. Posteriormente viajamos a  la ciudad de México por año y medio, mi familia y yo estábamos ahí por razones diferentes al exilio de muchos connacionales fuera de Guatemala. Habíamos ido a estudiar Tecnología de Estudio Hubbard (1979-81). Llegó un punto que yo conocía más (en ese tiempo el Distrito Federal que la ciudad de Guatemala). 

Fue en octubre de 1981 que vinimos a establecernos a Quetzaltenango. Los lazos eran fuertes mis papás siendo jóvenes estudiantes tenían un lazo muy fuerte con Xela. La Xela de hace 40 años era una ciudad que a las 6pm había que quedarse en casa, justo como ahora, pero por motivos diferentes. La violencia e inseguridad de la población civil, provocaba buscar el resguardo seguro en casa,  vivimos aquí el golpe de Estado en 1983. 

Mi juventud estuvo matizada por contrastes arquitectónicos desde vivir en una megalópolis (en ese tiempo la Ciudad de México tenía más de 20 millones de habitantes con todo su pasado mexica y su arquitectura francesa y art deco), hasta vivir en la ciudad de Guatemala apacible pero rasgada por la guerra sorda fratricida de los 80’s. 

¿En dónde creciste?

Fuimos  una familia que siempre se ha mantenido unida a pesar del trabajo en diferentes lugares de nuestro país, reitero mi padre trabajo con las grandes compañías norteamericanas que en ese tiempo realizaron proyectos muy importantes para la construcción en nuestro país. Mi papá era el responsable de las pruebas de suelos y concreto, y por su acuciosidad y autoformación sus criterios  geotécnicos  y su vasta experiencia que le son solicitados por empresas que se dedican al ramo de la construcción. Mi infancia debido a ello fue un constante peregrinaje del que aprendí sobre el país que tenemos y cuán importante es la familia. 

A menos de un año de haber nacido, mis jóvenes papás me llevaron en 1963 a Esquipulas, vino Quetzaltepeque y después Chiquimula. En Quetzaltepeque tengo uno de los primeros recuerdos teniendo 3 años de edad tirando piedras con otros niños en un riachuelo. Mi papá trabajaba en ese entonces para la construcción de la carretera de Esquipulas, después fue llamado a laborar en el Puerto Santo Tomás de Castilla (en ese tiempo Matías de Gálvez), por lo tanto mi primer año de la primaria y en donde aprendí a leer fue en Puerto Barrios- Izabal en el colegio Cristo Rey, y estoy leyendo cuanto letrero había en la calle.

Era siempre la más alta de la clase y pasaba por ser de siete años entre swamps o suampos, calor, flores exóticas, barcos y uno que otro ciclón, segundo primaria en la ciudad de Guatemala, tercero y cuarto en Táctic – Alta Verapaz, el cuarto fue en una escuela que quedaba al pie de un famosa iglesia de Chixim ubicada en un cerro. 

Recuerdo un río que pasaba al pie atravesado por un puente de madera, el agua diáfana y nuestra amiguita, de mi hermana y mía Adela Cú, nos mostraba de donde sacar barro en alguna parte del rio. Mi mundo estaba rodeado de paz y quietud en donde en ocasiones a lo lejos se escuchaba la campana de la iglesia adornado con un guayabal en el patio de mi casa y un pastor alemán. 

Quinto y sexto en dos escuelas diferentes en la ciudad de Guatemala y básico en el Enrique Gómez Carrillo el primer instituto experimental hablo de 1974.  Estudié el cuarto magisterio en el Instituto de Señoritas Belén, en medio se me nos atravesó un viaje a México donde estuvimos año y medio. Al venir a Xela estudié en el Liceo Quetzalteco y me gradué abanderada y todo del magisterio en el INSO en 1984. Mi niñez y adolescencia tuvo sabores, paisajes, climas y personas muy diversas pero en medio de todo ese aparente vaivén, de ese viaje por la vida ahí estaban mis papás, unas personas muy cálidas y sobre todo genuinas.

Háblanos de tu carrera como periodista ¿Cómo descubriste tu pasión por ello y dónde estudiaste la misma?

Me gradué en la universidad Mesoamericana. La historia empezó antes, con la locución en 1991-1997, hice teatro estuve un año (1992) en uno de los varios grupos que formó Fran Lepe, una experiencia de la que aprendí bastante y me nutrió mucho. Hice radio en la Amplitud Modulada o AM (lo explico porque la gente joven desconoce que esto existía y menos si uno le habla de la transmisión de radio al extranjero a través del short wave), era popular en ese tiempo. 

Fui muy afortunada de alternar y aprender de auténticas estrellas de la radio: Roberto Rojas, Carlos Armando Aguilar Maldonado, Maximino Barreno,  y desde luego con Don Paco Trápaga (al estar entre la TGD y la TGQ) con cuya familia hasta la fecha me une una entrañable amistad. 

También intercambiamos experiencias y estuvimos en varias ocasiones juntas trabajando con Marcy Judith López de Radio Fraternidad. Considerando que los tiempos han cambiado y la radio era el centro de una casa, se escuchaba a todo volumen o llevar cargando el radioreceptor. El público escucha más radio por las mañanas. Por eso mismo la difusión a través de un medio convencional de comunicación era tan particular que no cualquiera podía estar al frente de un micrófono y menos llamarse locutor. 

Viví la transición entre la radio clásica y la actual, de alguna manera tanto color y viajes habían permeado mi mente y la influencia de la radio en México, como oyente claro está, por los formatos más flexibles muy cercanos a la naturalidad sin deformar la intención del programa de radio.  Un concepto de llegar al público completamente diferente en la actualidad con los streamings y la diversidad de plataformas digitales, hechos a la medida para cualquier público. 

Pase al periodismo, tuve dos mentores los periodistas Francisco Rojas y Mario Domínguez Valiente una persona que ha sido ejemplo por la claridad de sus ideas, alguien a quien admiro mucho.

Coméntanos un poco de tu trayectoria en este campo.

A inicios de los noventas Don Mario Domínguez Valiente con el aguerrido estilo que tiene (lo saben quiénes lo conocemos de cerca), y haciendo honor a su apellido, tenía el radio periódico Vanguardia lo leíamos a dos voces. Salía con una grabadora reportera ya se imaginarán de casette y cinta magnetofónica. 

Después fui reportera para Cable Noticias y después su directora 1996-97 lo que con el paso del tiempo seria Región Más, una época de equipos análogos sin más que radio, y televisión de señal abierta y la televisión por cable. Trabaje reportajes semanales de cinco minutos y eso era mucho porque se trata de reunir información e imágenes y la edición conjunta la mayor parte de las veces de Froilán Rodríguez. 

Recuerdo haber cubierto la entrega de armas de un reducto insurgente en 1997 y era por el sector de Las Nubes en San Martín Sacatepéquez Quetzaltenango, y  una cantidad de hechos que fueron importantes en su momento. Así que mucha de la noticia recabada a partir del olfato periodístico y de estar alerta.

Tanto para la radio como para lo que producíamos el 'cable'  cubría las manifestaciones artísticas y culturales de la ciudad. Desde 1990 estaba como voluntaria en los Juegos Florales de Quetzaltenango, aparte mi desaparecida madre era pintora. La veía pintar, amén de sus amigos los artistas y creadores plásticos de Xela o afincados en esta ciudad, en mi casa del lado de mi papá siempre existió una apreciación muy definida por la buena música apartándonos del gusto popular o lo que estuviera de moda.

Después de todo eso fui directora de TGQ La voz de Quetzaltenango (1999-2000) y tres diputados por el desaparecido Frente Republicano Guatemalteco buscaron públicamente removerme eso fue en el 2000, nos convocaron a una reunión en la oficina del congreso (tenían antes una sede departamental). Me presente, esa vez me apoyaron dos periodistas Adolfo Camas y Gerardo Montenegro, baste decir que este último un periodista frontal y director en ese tiempo del desaparecido semanario El Regional. 

Convocaron al resto de comunicadores y periodistas de ese tiempo, no lograron removerme. Fue suficiente cuando el periodista José Ángel Cifuentes dueño de radio Tecún Umán y el editor del periódico mensual “El Sol de Occidente” les dijo: “si hay algo que no les parece, creo que deberá de dictaminarlo el servicio civil, eso no nos compete a nosotros” y ahí empezó a bajar el tenor de la reunión. 

Me dejaron en el puesto ese mes de febrero del 2000. El tiempo que estuve en la radio Nacional, di las plazas por oposición (al menos los no presupuestados) había espacios educativos y culturales, conciertos en vivo con músicos que llegaban a hacer sus ensayos en el auditorio de la radio nacional, con la intención de que la TGQ tuviera el esquema de una radio pública, con el concepto de una radio al servicio de la población.  Lo malo es esa dependencia de TGW, sumado a los espacios destinados según los intereses del gobierno de turno para el uso y difusión en estas frecuencias estatales. Recuerdo enviaron a la Jefa de Personal y me removieron la primera semana de ese septiembre. 

En abril de 2001 estaba contratada por la Misión de Verificación de los Acuerdos de Paz de las Naciones Unidas para Guatemala o MINUGUA en su oficina de información pública. Si sabían del incidente con los diputados, los encaré debido a que no tengo nada para ocultar, y estuve en esta ONG, un claro antecedente de la CICIG hasta que la oficina en agosto de 2004 fue cerrada completamente.

¿Cómo descubriste tu pasión por el arte y la cultura y sobre todo por la poesía?

Desde magisterio en Belén (1977), la responsable fue mi maestra de Literatura Hispanoamericana, nos hizo leer la poesía hispanoamericana bajo el pretexto de crear un álbum. En mi casa siempre hemos tenido libros por no decir que una biblioteca y leí gran parte de un libro: Poesía en flor de la literatura hispanoamericana. Ahí empecé a escribir poesía. 

Con tantas vueltas que ha dado mi vida mis primeros poemas se perdieron en el tiempo.  Cuando se llegó el momento de tener un programa en un medio de comunicación donde para mí era inevitable que los artistas y sus manifestaciones debían, tenían que estar presentes en los espacios de los que yo era responsable. En mi casa había una clara apreciación hacia las artes. Desde mi niñez eso se me fomento a mí me gusto y participe en oratoria y teatro.

La radio era fabulosa, esa que hace imaginar al oyente (cosa que ya no pasa con el FB live) estaban presentes los artistas y sus manifestaciones en breves entrevistas dos o tres veces a la semana, no se diga cuando tenía dos programas de radio. Ambos eran radiorevistas, el de la tarde era completamente mío en la TGQ. 

¿Hace cuánto eres poeta?

Soy una persona que considera a la poesía como su medio de expresión, una adolescente que no escribió versos de amor, en realidad era el aprecio de la naturaleza que nos rodea en este país. De manera formal desde el 2011.

¿Cuántos poemas calculas has escrito a lo largo del tiempo?

No tengo la menor idea, debido  a cantidad de ellos en mi archivo de la computadora, en cuadernos sumado al hecho que en la actualidad pueden leerse en la Fanpage de Poetry Slam Xela. Lógico se ven poemas sueltos que en realidad solo son la punta del iceberg en función de la creación en cuadernos o en archivos digitales,  y de los periodos también o etapas en que se deja de escribir. Tengo dos publicaciones y aparezco también en la primera Antología de Grito de Mujer de Mujeres Poetas Internacional en representación de Guatemala, publicado en Amazon en el 2014.

¿En dónde has podido leer tus poemas y publicarlos?

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Díptico Poético julio de 2014, retomando el término plástico de díptico, una obra que es un todo por estar compuesta de dos elementos, en este caso dos poetas: Donald Urizar y mi persona. El libro tiene alusiones visuales en tintas y óleo obra de Elena Rodas de Marroquín, mi madre. Fue un libro autofinanciado por ambos.  PER-VERSOS en septiembre de 2017 es un catálogo poético que reúne mi parte del lado del taller de escritura creativa llevado a cabo con el colectivo con los integrantes de Poetry Slam Xela  en ese momento como una instantánea un proyecto estelar de ADESCA del que recibimos magníficos comentarios de parte del premio nacional de poesía Delia Quiñones donde expresa: 

Si bien es cierto que la educación formal, en todos los niveles de enseñanza, también es parte de un magisterio poético, lo es también el magisterio que surge de la formación autodidacta. Y aquí juega un rol esencial el gran magisterio de las lecturas literarias en general y de las poéticas en particular.  Ese es, a mi juicio, el magisterio poético que con más fuerza impulsa la formación del poeta. 

Tengo cierta identificación con el proyecto, porque a finales de la década del 60 del siglo pasado, un grupo de escritores nos unimos con objetivos similares a los de Poetry Slam Xela.  Esto es: plantear la poesía como un hecho estético, ajustado al opaco contexto social y cultural del momento;  y, en fraterna amistad, realizar lecturas compartidas, publicaciones, divulgar nuestra poesía en voz alta, en parques, hospitales, establecimientos educativos, etc. Fuimos el grupo Nuevo Signo; fuimos siete y seguimos siendo siete; entre los cuales, cuatro han sido honrados con el Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias”.

Es por eso que hoy, no puedo sino aplaudir este proyecto que deja huella para fortalecerse y seguir su propio y natural camino de esfuerzos y comunicaciones,  a la luz de la palabra y del pensamiento que busca crear, y sobre todo, reflexionar en este aquí y ahora que  ha tocado compartir a los poetas de este importante colectivo literario.  

En mi caso he leído en parques, universidades, hoteles, en buses, en la Casa de la Cultura y Casa Noj. En varios de los pueblos del Lago, en la ciudad de Guatemala y en la ciudad de Los Ángeles. Debido a que el movimiento del Poetry nos permite poder apropiarnos de cualquier espacio y mostrar que la poesía es para todos, no necesariamente una lectura tiene que ser a cuatro paredes, todos tenemos emociones y la poesía intrínsecamente transmite eso a cualquiera. 

Cuéntanos de tu participación como miembro activa de la Comisión Permanente de Juegos Florales Hispanoamericanos.

Empecé desde 1990 como voluntaria y después de pasar por la Comisión de Protocolo, me integré oficialmente a la misma en el 2008 durante la presidencia del Licenciado Juan Morales Gavarrete.  

Me involucré en los Juegos Florales porque era mi manera de acercarme de maneta concreta a la literatura. Hice en 1993 un profesorado de Lengua y Literatura en la Universidad Rafael Landívar Facultades de Quetzaltenango. 

Recuerdo que los conversatorios eran dirigidos por don Salvador Minera Aldana y convergimos jóvenes cuya pasión era adentrarnos al mundo de las letras. Que mejor que hablar con los protagonistas, con los escritores ganadores de los Juegos Florales. Y eso me llevo a estar cerca de ellos, apoyar en todos los aspectos que cuando vinieran no tuvieran ningún inconveniente del lado de la parte administrativa de la Casa de la Cultura, durante mucho tiempo como secretaria la Licenciada Fabiola Tobar y después Heidy Ordoñez, desde luego la tesorera de la Comisión Guísela de León con el conocimiento pleno del presidente de la comisión de turno y de los integrantes en pleno. 

Mi meta siempre es que ese día fuera tan inolvidable con todas las atenciones que les proveemos que siempre desearan regresar y que el nombre de Quetzaltenango resonara en el extranjero de la mejor manera. Porque no, fomentar turismo cultural de alguna forma.

¿Qué es lo que más te apasiona de los Juegos Florales?

Tener la valiosísima oportunidad de interactuar con los ganadores de los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango, un certamen de grandes ligas.

¿Qué experiencias gratas has podido tener en los mismos?

Demasiadas. Quiero contar una en concreto cuando Guatemala y Cuba no tenían relaciones diplomáticas y tuvimos a una ganadora, como no teníamos las facilidades de comunicación como las que tenemos ahora. 

Hablaré de Virgen Gutiérrez narradora y ensayista cubana quien ganó los Juegos Florales de Quetzaltenango en 1995 con el cuento: Historia real de una mujer imaginada. Era el Prof. Juan José Gramajo como Director de la Casa de la Cultura y Secretario Ejecutivo de la Comisión Permanente de los Juegos Florales, quien debió gestionar ante el Ministerio de Gobernación para que Virgen pudiera ingresar legalmente a territorio nacional debido a la ruptura de relaciones entre ambos países. 

Don Juan José junto con Fabiola Tobar hicieron la gestión con el apoyo de Sonnia de León de Loarca. Para sintetizarlo, fue del Ministerio de Gobernación de Guatemala a su correspondiente en Cuba. Sonnia de León había gestionado y la mandaron a recoger al aeropuerto en un microbús. Todo se hizo a través del  teléfono y el fax. 

Recuerdo que Don Rodolfo Custodio (nuestro actual presidente) ese 12 de septiembre ya la había llamado dentro del ceremonial de premiación, minutos Don Rodolfo muy emocionado dijo a continuación: “me informan que se encuentra en la puerta de este teatro nuestra ganadora de cuento la cubana Virgen Gutiérrez”. 

Ella por el corto tiempo debido por las escalas del vuelo venia directo del aeropuerto, el público recibió a una asombrada ganadora ingresar y ser premiada. Hablando posteriormente con Virgen, me manifestó su mayúscula sorpresa al no imaginar lo formal que es la premiación de los Juegos Florales de Quetzaltenango, sumado a la calidez del público.  

Ella, según sus palabras había considerado que por estar en Centroamérica tendríamos clima cálido. A partir de ahí me encargue en conjunto con la subcomisión que tiene que ver con los aspectos legales y logísticos, que cada ganador tuviera conocimiento de la agenda completa  desde, vestuario, horario los requisitos legales de los documentos para iniciar la gestión de todo, desde el premio, la estadía etc. 

El alcalde o quien abra las plicas los llama para anunciarles que han ganado el certamen, pero el segundo correo o llamada telefónica que reciben es mía.

Cuéntanos de tu participación en el Poetry Slam Xela, ¿Cómo surgió la misma?

Retomando la pregunta me da la oportunidad de hablar de dos colectivos. Fui una de las co-fundadoras del Club de Poesía en 2008, estuve haciendo gestión tanto de las reuniones quincenales presenciales en ese tiempo, y la responsable de la logística de los festivales nacionales de 2010 a 2013. A inicios de 2013 me quedé solo con Poetry Slam Xela que había dejado de ser una semilla y había empezado a tomar forma.

Poetry Slam, tiene sus inicios en el hip hop o la rima, también es muy popular en las universidades norteamericanas el hecho de pararse frente a un micrófono y plantar frente a él toda la carga emocional que tenga un texto poético. 

Para Quetzaltenango quien inicio y trajo el  Poetry Slam a Xela el 10 de diciembre de 2011, fue  Donald Urizar arquitecto y poeta, en mi caso la experiencia teatral, la radio, y mi acompañamiento en organizar festivales en el colectivo previo y mi acompañamiento en los Juegos Florales me daban elementos para poder trabajar talleres creativos de escritura enfocados a la escena. 

Es decir los ejercicios de improvisación que de alguna forma emulan las rimas, leer interactuando con el público que solo nos provee de los elementos para crear y publicar poesía tal cual. Soy su cofundadora, me hice responsable de la fanpage en  julio de 2018. Organizar a los poetas, crear, hacer escena a través de los talleres he sido la responsable desde el inicio del colectivo, soy formalmente su coordinadora desde abril de 2019.

¿Qué experiencias gratas has tenido con el Poetry Slam?

Volver casi cualquier lugar tu escenario para llevar la poesía.

Quiero contextualizar algo: en Europa diez años atrás al menos y en otros países en Latinoamérica se ha hecho algo que se denomina flashmob, en realidad es que llegan, como quien no quiere la cosa, todos los cantantes a un aeropuerto (en un lugar previamente listo para ello) y con micrófonos inalámbricos comienzan a cantar una opera como quien no quiere la cosa. (Con un escenario previamente establecido y estudiado para hacer la presentación casual). Las reacciones del público son fantásticas. 

Se hizo en Guatemala con opera en el mercado con el apoyo  de la Municipalidad de Guatemala. Nosotros como colectivo hicimos una lectura en el mercado de San Andrés Semetabaj en el 2018 con el apoyo de la municipalidad de ese municipio de Sololá,   gestionado por la Promotora del Ministerio de Cultura y Deportes Lilian Caná. No tienen idea lo gratificante que es interactuar con los vendedores y compradores. 

Hay muchas más desde luego, pero destaco esta porque el lugar a donde menos ustedes pueden imaginarse una lectura de poesía es en un mercado, pero un mercado es poesía, allí destaca la cultura desde la comida, vestuario, lo que se vende y como, usos, etc., ahí está la cultura viva de cualquier localidad.

En la actualidad como colectivo estamos viviendo una completa renovación, la pandemia nos obligó a adaptarnos a esta nueva normalidad y el gran responsable que en este momento tengamos una presencia constante a través de las transmisiones virtuales y la promoción con una imagen definida en nuestra fanpage, poetryslamxela es el poeta y mercadólogo Gustavo Adolfo Recinos. Nuestro coordinador creativo nos dió la posibilidad de realizar el año 2020 dos festivales internacionales y cuatro lecturas virtuales, ello fue más que hermoso.

Para concluir, el ideal a alcanzar constantemente por cada integrante y en conjunto en Poetry Slam Xela, es ser un colectivo incluyente que fomente en sus participantes a compartir y difundir la poesía de las maneras más creativas, y para constancia recopiladas en publicaciones.  A eso se sume el mensaje que la poesía es viva, y está y puede estar en donde uno desee.

¿Qué te ha dejado el ámbito artístico en general? ¿Qué anécdotas y recuerdos tienes de todo ello?

Tengo muchas con pintores especialmente del lado de mi mamá, conocí aún a Tasso Hadjidodou, me extendería. Solo me concretaré en decir que Xela tiene todo tipo de artistas y creadores desde arte popular hasta aquel tipo de creaciones con mayor exigencia según como se le vea, Xela rebosa de creadores y pensadores, lo que Xela no tiene es público para ello.

¿Qué ha sido lo más bonito que te ha dejado todas estas experiencias?

Entender que el arte es creación constante, abrirse a nuevas experiencias se puede escribir desde la perspectiva que se desee con formación y creación constante. No deja de ser cierto que leer, leer, leer para escribir es una fórmula infalible.

Cuéntanos un poco más de ti. ¿Cuál es tu comida favorita? ¿Cuál es tu libro favorito? ¿Cuál es tu canción favorita? ¿Cuál es el lugar favorito para ti a nivel general?

No tengo una comida favorita, amo el café por sobre todas las cosas por convicción; no me apetece el licor.

Mis lugares favoritos son Santiago Atitlán y San Lucas Tolimán del departamento de Sololá y el Art Deco de la ciudad de Los Ángeles.

Me solazo leyendo al novelista Francisco Pérez de Antón, por tener un estilo descriptivo y directo, es un profundo conocedor de la guatemalidad  por donde se le vea. Lo mío es un género musical favorito, siguen siendo las big bands de los años 30's y  40's estadounidenses y desde que tengo memoria ha sido así.

Por último, ¿Qué mensaje le dejas a la audiencia que leerá este artículo? 

Una no tiene que tragarse el cuento que una es incapaz para hacer determinada cosa, sin importar de quien venga tal afirmación o con hechos le pueden a una hacerle sentir eso. Nada más falso que eso, hay que cultivarse, crecer, florecer y prosperar. 

Gracias y saludos.

XelaInFocus

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